El amor romántico no es EL amor ¿o sí?


¿Por qué cuando pensamos en la palabra amor inconscientemente ya lo atribuimos  al  amor  romántico?,  es  decirenfocamos  encasillamos  esa emoción en las relaciones interpersonales, concretamente en aquel príncipe azul o princesa de ensoñación, la pareja ideal… narramos una lista de atribuciones como si se tratase de la película dMery Poopins para pedir lo que deseamos sin percatarnos de que muchas de las cualidades son carencias personales.  

¿Qué  peligro  podemos  correr  si  buscamos  que  llenen  nuestro vacío interior una pareja? Dependencia emocional o adicción emocional. Las personas dependientes ponen por encima de todo su relación, inclusive de mismas, perjudicando su vida familiar, social y laboral. Entonces, ¿qué es el amor?, ¿existen mariposas en el estómago cuando estamos enamoradxs? ¿Cuánto dura el amor?, ¿podré ser feliz a su lado? Y ¿si me rechaza?... Estas y muchas otras  cuestiones  nos  planteamos  constantemente  a  lo  largo  de  la  vida buscando en el exterior las respuestas cuando la solución está en una misma o en uno mismo, en nuestro interior. 

La sociedad nos genera necesidades, y si no las satisfacemos creamos una tensión interna que nos motiva a realizar una acción para  eliminar  ese  malestar,  es  decir,  padecemos  un  condicionamiento. Tenemos programado una forma de pensar que influye en nuestras experiencias, con ello también en nuestras emociones y sensaciones desvitalizando el verdadero significado del amor y transforndolo en adicción, en relaciones tóxicas y dejándonos llevar por el mito del amor Romántico.






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Autora: Sandra Muñoz Pérez de las Vacas. participante del #VoluntariadoDigital de "Especialista en Igualdad"
Sandra Muñoz Pérez de las Vacas, Psicóloga, Educadora social, Máster en malos tratos y violencia de género con especialización en asistencia social, Experta en malos tratos y violencia de género: una visión multidisciplinar por la UNED (Madrid). Apasionada del arte, admiradora de la naturaleza y enamorada de la vida. Defensora de los Derechos Humanos, pone especial énfasis en temas relacionados con el papel de la mujer en la sociedad y los menores. Apuesta por la evolución de la conciencia y el enriquecimiento personal fusionando técnicas orientales y occidentales para la intervención psicológica, consiguiendo nutrir los recursos personales. Le encanta beber zumo con naranjas recién cogidas del árbol y las películas de David Lynch.

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